Llevamos desde 2013 creando, de una manera u otra, contenido audiovisual para el festival. Más de 22.000 personas disfrutaron de esta última edición.

El SonRías Baixas congregó en su XVII edición a 22.065 personas, que pusieron rumbo al Destino SonRías desde toda la península, para disfrutar de tres días y tres noches de música, gastronomía y playa.

La organización apostó en esta edición de madurez por consolidar el modelo de ocio activo, completando su programación musical festiva y de calidad con actividades complementarias que refuerzan su integración en el territorio, como la completa e innovadora oferta gastronómica a partir del Pulpo de las Rías o la cata de vino que se ofreció, de manera gratuita, a 25 asistentes al festival.

Y el público respondió, ofreciendo una nueva marca histórica para el festival, que cada año genera en la comarca un impacto superior al millón de euros, con una ocupación hotelera del 100% y con los establecimientos de la villa abarrotados de festivaleiros de toda Galicia y del resto del Estado.

El reto, para la organización, es seguir creciendo y mejorando sin perder la esencia de un festival que nació de la pasión por los festivales del equipo directivo.

La 17ª edición del Festival SonRías Baixas arrancó el jueves 1 con una cifra récord de asistencia, 4.800 personas vibraron con el trap, el dancehall, el R&B y los ritmos latinos de los jovencísimos Periferia Norte; con la delirante combinación de hip hop, reggae, dub, rock y folclore bosnio de los Dubioza Kolektiv; con la revolución electrónica de los Zoo; y más con la rotundidad del punk y del metal de Nao, que marcó uno de los momentos de máxima intensidad en un concierto que contó con la colaboración especial de las Tanxugueiras.

El vernes 2, fueron 6.000 las personas que se congregaron en el SonRías Baixas para bailar con la rumba entusiasta de los Nius de Nit; con la elegante mezcla de reggae, trip hop y r&b de Iseo & Dodosound with the moushunters; con la maravillosa orquesta del folk, el blues, el country y el rock, La M.O.D.A.; con las rimas de una de las figuras esenciales del hip hop español, Toteking; y el magnético sentido del humor de los catalanes Muyayo Rif.

Durante el día, la organización habilitó una nueva zona de acampada, para dar cabida a las 4.500 personas que quisieron vivir la experiencia festivaleira plena. Ya en la edición anterior se había conseguido el aforo de la acampada y para la organización era un reto ofrecer una opción gratuita, cómoda y atractiva a todas las personas que habían querido quedarse varias noches en el festival. La mejora se completó con el nacimiento de un nuevo espacio musical, el Escenario Regala Música, en el que unas 1.500 personas disfrutaron con la frescura indie pop de la banda ganadora del concurso Sonidos Mans, Ambigüo; con el rap y funky made in Galicia de los Som del Galpom; y con la explosiva combinación de hip hop y reggae feminista de Hakuna Tanaka.

El sábado 3, llegó uno de los grandes éxitos de esta edición, con una Casa SonRías repleta por 3.865 personas que disfrutaron con las tapas de Fideuá de Pulpo de las Rías con almejas al tiempo que coreaban los temas de los gallegos Ses y Poetarras. En el Casa SonRías se hizo especialmente patente, también, otra de las particularidades de esta edición del festival: la enorme presencia de público familiar, con 427 menores en el recinto. A lo largo de todo el festival, fueron 1500 los menores de edad que disfrutaron del SonRías.

La noche del sábado, se marcó otro récord histórico, con la presencia de 7.400 personas en el recinto del festival. El público llenó el recinto de la Estacada desde lo primer concierto, a cargo de una banda que forma parte de la familia SonRías, Boikot, a los que siguió el hardcore punk de Segismundo Toxicómano y el pop-rock de la mítica banda bilbaína Zea Mays. Pasada la media noche, llegó el lleno absoluto, para ver a otra de las bandas más queridas para el público del festival, La Pegatina, que estuvieron acompañados por Sabela de OT. Los Dakidarría cerraron el Escenario Super Bock y Ninhodelosrecaos DJ -Rubén Sierra, de La Pegatina- le puso la guinda a esta XVI edición del festival desde el Escenario Fest Galicia.

Festival de referencia en el país dentro de la escena del rock español y de la fusión mediterránea, el SonRías Baixas consolidó, en esta 17ª edición, el concepto de Destino SonRías, completando una propuesta musical “marca de la casa”, con bandas que forman parte de la historia viva de la música de este país y con nuevas propuestas y descubrimientos, en un juego con el público que incluye múltiples estilos y lenguas (en el SonRías sonaron gallego, euskera, catalán y valenciano, inglés, bosnio y, por supuesto, español). Y todo, en un entorno privilegiado, con fácil acceso a la playa urbana y a todos los servicios de la villa. El reto, para la organización, es seguir creciendo y mejorando sin perder la esencia de un festival que nació de la pasión por los festivales del equipo directivo.

Fuentes:
PontevedraViva
SonRías Baixas
Fotografía por Óscar Corral